Los DELITOS ELECTORALES van ligados a la comisión de un delito en general, entonces ¿Qué es un delito y qué es un delito electoral?
Un delito es todo acto u omisión contrario a la ley, previsto y sancionado penalmente por la misma.
La definición de los DELITOS ELECTORALES es que son aquellas acciones u omisiones que lesionan o ponen en peligro el adecuado desarrollo de la función electoral y atentan contra las características del voto que debe ser universal, libre, directo, personal, secreto e intransferible.
Para que un delito se considere tal se necesita de alguien o un conjunto de personas que lo realicen es por eso que, quienes pueden cometer delitos electorales son:
Cualquier persona, funcionarios electorales, funcionarios partidistas, precandidatos, candidatos, servidores públicos, organizadores de campañas y ministros de culto religioso.
Estas conductas están contenidas en la Ley General en Materia de Delitos Electorales, y contemplan sanciones para el caso de ser cometidos.
En el ámbito Federal, la FEPADE es la autoridad encargada de investigar y perseguir los delitos electorales para garantizar derechos electorales.
Algunos ejemplos de DELITOS ELECTORALES más comunes son:
- Utilizar bienes o servicios públicos en una campaña.
- Condicionar el acceso a servicios públicos y programas sociales.
- Comprar o coaccionar el voto de servidores públicos.
- Intimidar durante la jornada electoral o impedir el acceso a las casillas.
- Rebasar los montos legales o utilizar dinero ilícito en las campañas.
- Destruir o dañar material electoral.
- Incumplir obligaciones de rendición de cuentas. (Es decir que un candidato debe comprobar y justificar el uso de los recursos que utiliza en campaña – tendrá mayor legitimidad que aquel que no lo haga-.)
- Publicar encuestas fuera de los tiempos autorizados.
- Inducir el voto siendo ministro de culto.
- Alterar los datos de la credencial para votar.
Estos son solo por mencionar algunos.